Expresión Saludable de las Emociones Desde una Perspectiva Holística

Las emociones son un conjunto de manifestaciones individuales que influyen en nuestra conducta. Individuales, porque cada persona interpreta las situaciones de la vida de una manera diferente. Por ejemplo, en una situación en la que ocurre una separación de pareja, para algunas personas puede ser lo peor que le puede pasar y su reacción es de coraje incontrolable o una depresión que afecte su funcionamiento. Entonces, la persona busca estrategias inefectivas de manejo como puede ser la violencia, el uso de sustancias, alcohol, nicotina, pobres hábitos alimentarios, actividades auto destructivas y de alto riesgo que afectan la salud y el bienestar de la propia persona o de otros. Mientras que para otra persona, la separación le provoca sentimientos de coraje y tristeza, pero piensa que es algo normal sentir estas emociones y busca la manera de continuar su vida utilizando herramientas que le ayuden a evitar una consecuencia mayor de inestabilidad emocional. 

¿Puede ser feliz una persona que experimenta emociones "negativas"?

Es importante señalar que para algunas personas las emociones de coraje, tristeza, frustración, estrés, ansiedad, miedo, vergüenza, desilusión, entre otras, son catalogadas como emociones negativas. Estas emociones no son positivas o negativas, son solo emociones, la interpretación que le demos a ellas o las experiencias y percepciones que tenemos sobre las situaciones es lo que hace que se vuelvan negativas. Así mismo, las emociones “negativas” pudieran afectar nuestra salud física, desarrollando enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, diabetes, cáncer, hipertensión, entre otras (Negrón-García, 2013). Para que las emociones no afecten nuestro funcionamiento o nuestra salud, es importante un manejo efectivo de éstas. A continuación se menciona estrategias holísticas para expresar nuestras emociones de manera saludable.

¿Cómo puedes expresar tus emociones de forma saludable?

1. Identificar cómo está reaccionando tu cuerpo. Un ejercicio que puede ayudarte a identificar como te sientes es haciendo un “body scann” que es una técnica de Meditación Mindfulness o de Atención Plena, desarrollado por Jon Kabat-Zinn en 1979 y que continúa siendo una herramienta de reducción de estrés y de canalización de las emociones. Esta estrategia se realiza de la siguiente manera:

Con los ojos cerrados comienza a identificar cómo está tu cuerpo; comenzando con los pies, luego continúas con las piernas y muslos, pelvis, abdomen, espalda baja, manos y brazos, espalda alta, pecho, hombros, cuello, cara y cabeza. Quizás puedas notar que en alguna parte de tu cuerpo sientas tensión o alguna sensación de incomodidad. La clave está en mirar con compasión el sentimiento que experimentas en ese momento, sin juzgarte, solo observando con atención. 

2. Una vez que identifiques la parte de tu cuerpo que está afectada por la emoción, es importante expresarla efectivamente. Por ejemplo: tomar respiraciones profundas, tomarte un tiempo para ti o realizar deportes, escuchar música relajante, envolverte en el arte, leer sobre las emociones o escribir cómo te sientes. También puedes hablar con alguna persona que te escuche sin juzgarte. 

3. Cuando en un momento donde tus emociones son fuertes, como el coraje y le expresas a otro como te sientes, utiliza un vocabulario en primera persona: “yo me siento”, “me duele cuando me hablas de esa manera”. Esto te ayuda a expresar tus emociones sin atacar, lo que implica que la otra parte va a escucharte sin contraatacar. Lo importante es que estés dispuesto(a) a trabajar con tus emociones. Quizás reconozcas que es incómodo aceptar que necesitas cambiar. El cambio implica incertidumbre, miedo y dolor, pero cuando cambias, puedes notar una transformación en ti y en los que te rodean, inténtalo, verás lo bien que te sentirás. 

4. No necesariamente tenemos que expresar nuestra emoción con la persona que tenemos un problema. Por ejemplo: Si tenemos diferencias con otra persona y esto nos crea coraje, no es saludable hablar sobre el problema cuando nuestra emoción de coraje es muy fuerte. Sin embargo, puedes realizar el próximo ejercicio: 

• Imagina en tu mente una escala del 1-10 e identifica en cuál número está tu coraje. Si crees que está más de 5, no es el momento de confrontar a otra persona, es momento de tomarte un tiempo fuera (“time out”), haciendo alguna actividad que baje la intensidad de tu coraje. Luego, cuando ambas partes se sientan calmados, ahí es el momento de retomar la conversación. Si ninguna de las partes llega a un acuerdo, es tiempo de buscar ayuda.
• Cuando encuentres que te sientes mal emocionalmente, puedes realizar ejercicios de visualización. Con tus ojos cerrados, imagina que estás en el futuro y que enfrentas las situaciones y los problemas con tranquilidad. También puedes visualizar que el problema que te está afectando en este momento, se ha solucionado. La clave está en ver un resultado positivo sin importar cómo llegaste allí. Esta técnica te provee esperanzas de que los problemas se pueden resolver y mirar al futuro de manera positiva (Nezu, Nezu y D’Zurilla, 2012). 

5. El yoga, también te ayuda a estar en el momento presente y a segregar sustancias químicas en el cuerpo y en el cerebro para que te sientas mejor. El propósito del yoga no es solamente realizar posturas físicas, sino también, que puedas meditar y ver el mundo desde otro punto de vista, conectando con tu cuerpo, mente y espíritu. En un estudio realizado por Narasimhan, Nagarathna y Nagendra (2011), mostró que la practica semanal del yoga reduce los sentimientos de baja autoestima, coraje, depresión, miedo e irritabilidad; incrementando emociones de felicidad, sentido del humor, esperanza y bienestar. 

6. Otra estrategia alternativa que puede ayudarte a manejar tus emociones es el Reiki. El Reiki es una herramienta de sanación en el cual la persona que lo ofrece es un canal de energía para balancear los centros energéticos (chakras) que están alineados a nuestras emociones, la salud física y mental. Según Brennan (2016), el Reiki es utilizado para la reducción del estrés, relajación y para promover el bienestar de la persona que lo recibe. En estudios realizados por Lipinski (2012); y Pérez-Lapuente y Polo-Muñoz (2012), indicaron que el Reiki ayuda a mejorar los síntomas de fatiga crónica y reduce los síntomas de trastorno de ansiedad generalizada. Para recibir Reiki, debes identificar a una persona que esté adiestrada en esta técnica. Luego de una terapia de Reiki, te darás cuenta que tu cuerpo y tu mente cambian inmediatamente, proveyendo paz, tranquilidad y mayor capacidad para enfrentar las situaciones positivamente.

7. Cónsono con el Reiki, el Feng Shui, es una técnica energética proveniente de la cultura china-taoísta donde se estudian los entornos y cómo incorporamos los cinco elementos (mental, agua, tierra, madera y fuego) y los puntos cardinales para armonizar nuestra casa y nuestra vida. De este modo, atraemos la energía (chi) positiva y contribuimos a una mejor salud y calidad de vida. 

8. Los masajes terapéuticos también pueden ayudarnos a canalizar y soltar emociones que nos afectan. ¿Pero, como el masaje puede ayudar a mis emociones? Existen técnicas de masajes que llegan a nuestro sistema nervioso, mejorando nuestra salud mental y física. Entre los beneficios que podemos encontrar en el masaje terapéutico se encuentran: mejora los síntomas de estrés, ansiedad, depresión, insomnio, dolores de cabeza, tensión muscular, nos provee relajación o energía, todo depende lo que necesites en ese momento. Así que es importante identificar un terapeuta de masaje licenciado que pueda darte opciones de tratamiento. 

9. Podemos usar la tecnología para ayudarnos a canalizar y expresar nuestras emociones de manera adecuada. Existen algunas aplicaciones para teléfonos inteligentes y computadoras, diseñadas para este propósito. Son interminables las aplicaciones, pero aquí te presento algunas que puedes bajar sin costo:

Positive Thinking, Secret of Happiness, Smiling Mind, Calm, Anxiety Free, Free Relaxing Sounds of Nature, Headspace, I Can Be Free, Inner Balance, Moods, Nature Sounds Relax and Sleep, Self-Help for Anxiety Management, Stop Panic & Anxiety Self Help, What’s Up?, The Worry Box, Headspace, Dream: ON, Live Happy, My Mood Tracker, Personal Zen y Pranayama. 

Conclusión

Las emociones no son buenas o malas, son solo emociones. Depende de ti manejarlas de manera saludable para que puedas tener un mejor ajuste y enfrentar el estrés sin tener consecuencias negativas. Conectando con tu interior e identificando tus necesidades emocionales te ayudará a conocer que para ser feliz no se trata de sentirte bien o mal, sino de entender que podemos ser felices a pesar del estrés y de las dificultades de la vida. 

Te deseo salud y bienestar siempre.

La luz en mi reconoce la luz en ti... ¡Namaste!

Referencias

Brennan, K. (2016). What is reiki and does it work? Academic OneFile. Vol. 7(1): 292.

Kabat-Zinn, J. (1979). Mindfulness-based stress reducion. Center for Mindfulness in Medicine, Health Care, and Society.

Lipinski. K. (2012). Reiki and Nursing. Reiki News Magazine. Vol 1: 51-54

Narasimhan, L., Nagarathna, R. y Nagendra, H.R. (2011). Effect of integrated 

yogic practices on positive and negative emotions in healthy adults. IJOY: International Jounal of Yoga. Vol. 4(1): 13-19.

Negrón-García, V. (2013). Efectividad en la implementación de programas de bienestar en organizaciones puertorriqueñas: Estudios de casos en organizaciones pioneras. 

Nezu, A. M., Nezu, C. M. Y  D’Zurilla (2012). Problem-Solving Therapy: A 

Treatment Manual. Springer Publishing Company: New York, NY.

Pérez-Lapuente, M. L. y Polo-Muñoz, R. (2012). Novedosa intervención enfermera en salud mental: El reiki. El Cuidado en Salud Mental: Nuevas Demandas, Nuevas Intervenciones.  29-40.